viernes, 1 de enero de 2010

Feliz Año

A quien se sienta satisfecho con tales expresiones tan genuinamente hipócritas que por doquiera que uno vaya estos días se profieren desde engoladas voces. Entre vómito y eructo.

Pero no os lo deseo a vosotros. Los que me habéis estado explotando sin piedad. Y me habéis arruinado.

Que la putas uvas -aun sin piel (que sois ridiculamente finos)- se os indigesten. Y que mi miseria llene de vino vuestras copas de cristal de bohemia.

Y que lo paséis mal. Muy mal.

Todo el puto año.

Que no os cuadre alguna cuenta.

Que se subleve un poquito el redil.

Y hoy por doquier se ven hoy los clásicos fantoches fiesteros con peluca de putón y matasuegras. Y fingidas tremendísimas mujeres fatales sobre inverosímiles tacones, denotando su ridículo tanga rojo y exhibiendo escotes neumáticos recien hinchados.

Y atronan en la noche los malditos y apestosos petardos cual pedos estruendosos que expeliera el cielo estrellado que como siempre saluda estos eventos con su mejor y mas verbenero telón de fondo.

Cuanta tontería. Cuanta porquería.

Cuantas miserias hallarán hoy -entre champagne de marca y cocaina- enjuague. O al menos una pasadita que socape la mugre que, cierto es, tampoco les resulta muy molesta. A tantos tipos que odio.

Un fin de año mas entre sábanas frías esperando que llegue otro fin de año que al fin tenga algo que celebrar.

No soporto estas celebraciones. Y las tétricas imágenes que ellas me acercan.
De aquellos que me engañan y ningunean.

Los que, por siempre, odio.

sábado, 26 de diciembre de 2009

Navidades con las JAC y "caganers"

Navidades nacionalistas -estoy estos días en mi casa, es decir, en el extranjero-.

Y las JAC, ya se sabe, a todo tren por Navidad. Es su tiempo genuino. El de la siembra de la semilla que crispe y envenene a la sociedad.

Impúdicas e inmorales –por mucho afeite beaturrón del que no tienen empacho alguno ni rubor en rebozarse y embadurnarse- se cuelan en nuestras casas con nueva remesa anual de villancicos tradicionales recien inventados desde los elatos ateneos de haraganes subvencionados con dinero público deliberadamente invertido en sediciones.

Y encima hay que pagar aguinaldos para escuchar tostones zambomberos con caganers proferidos desde las mas inocentes boquitas a las que, por supuesto no cabe escatimarlos ni regatearlos –es su estudiado y cruel chantaje del que deliberadamente se valen-. Si no fuera porque deben pillar la extra de Navidad no dudarían en detraer el porcentaje al regreso a las aulas que ellos hacen rediles y caldos de cultivo de sus calenturientas ensoñaciones.

¿Y esta canción que es? Y el pobre sobrinito me responde que una “nadala” tradicional. Aunque ciertamente ya ni se molestan en mentir los orígenes artificiales y artificieros de las baladas, como si fueran las antiguas canciones de nuestras abuelas. Pura manipulación; puro producto de factoría. Con caganers y Papa Noel –ese perverso engendro orondo vestido con pijama- y un par de ripios con fondo enlatado de zambomba eléctrica y timbal ya tienen la novísima “nadala” tradicional.

Prohibido el castellano. Aunque dicho sea de paso a mi los villancicos de causan repelús (el que siento por Jesús) en cualquier idioma. “Eso no se dice, quedas castigado” espetan con afectada indignación las genuinas profes manipuladoras –los cuadros de mando (en realidad, muchas veces esforzadas mileuristas, forzosamente advenedizas del tinglado –del “pesebre” propiamente) al que consideran aun mínimo conato de disidencia tímidamente imprecativa –me refiero al tímido intento del niños de que les enseñen alguna cancion o poesía en castellano.

El castellano es pecado; está rigurosamente prohibido.

A todo lo mas, como este año, se hará una concesión a la galería y los niños nos vendrán con villancicos cantados en inglés. “Santa Claus is coming...” vociferaban los chavales… Pues si Santa Claus is coming yo going out (“me abro”, por no decir que le mando a paseo de malas maneras –y solo por respeto a las criaturas que, en el fondo, solo aspiran al aguinaldo).

Que va; yo, como todos, aguanto la “nadala” proferida en perfecto barcelonés por mi sobrinito de padre peninsular, le pago por ello y, brindo con cava y, encima, porque los Reyes Magos “ya no se llevan” (o aun falta mucho para que lleguen), les entrego los regalos que el buen Santa Claus –es curioso este menda inequívocamente masculino apelado como Santa- ha tenido ha bien dejarme para ellos.

Ellos no lo cobraran –los amos del tinglado- pero no hay duda que de buena parte de todo este dispendio ellos se llevan una buena mordida. Que es con dinero público con el que cimentan su sedición. Su tontería.

Este es el tiempo genuino en el que la manipulación catalanista perpetrada por las JAC exhibe impúdica sus frutos.

Que se vayan a cagar con sus caganers genuinos. Que, por cierto, menuda puta gracia tiene la figura de un menda con el culo al aire lleno de mierda, “siempre giñando y sin papel” como diche la canción del maestro. Jeje! Fácil recurso a la escatología y al chiste fácil del “caca, culo, pedo, pis” al que incluso los elevados ateneistas tienen forzosamente que acudir para robar sonrisas.

Ya puestos, y dentro de esta ola de modernidad y presunta liberación –tan característica de estos ámbitos- ya va siendo hora que se invente para sus belenes las figuritas de los pastorcitos porreros que entre los claros de los genuinos matorrales entretienen la larga y fría noche con un saludable canutillo y un porrón al calor de una fogata que les mantiene bien despiertos en animada partida de naipes; y asimismo, la parejita de pastorcillos que entre tras el muro o la tapia del belén viviente, con fondo azulón de estrellas, matán el tiempo dando rienda a sus sentimientos mas prohibidos –ahora que no les ve nadie- importunados por la llegada del entrometido angel anunciador de la venida del Mesías.

Ante un acontecimieno de tal magnitud es mejor, y más decoroso que a uno lo pillen jodiendo y no, como es tan tradicional, cagando.

Aun cuando en todo caso con el culo al aire.

Como las malditas JAC en estas fiestas.

viernes, 18 de diciembre de 2009

Reciclando

Reciclada. Revenida. Recauchutada.

La carne de cañón se dispone a ser de nuevo disparada.

Estrujada, exprimida, cuarteada.

A ser daño desde su dolor sustancial que la conforma.

Antes, no obstante, habrá nutrido en su desdicha sigilosas soberbias.

A veces apartada. Pero incombustible. Macerada. Madurada. Socorrida.

Acaso acicalada. Con la solera, con el sabor, de lo añejo.

Carne de cañón "gran reserva".

Para los más patéticos tapujos.

Los más sangrantes apaños.

Siempre dispuesta

a ser manipulada

a ser usada

entregada.

A la causa

de todos los engaños

Al fin de todas las miserias.

Serena.

Sonriente.

Terriblemente consciente.

domingo, 13 de diciembre de 2009

Gente encabronada (adictos a la losantina)

Cinco años envenenando el aire matutino, cuando precisamente la mente recién desgajada de la siempre plácida noche -en la que residen con calma sin reproche los verdaderos fracasos- resulta más vulnerable, son muchísimo tiempo.Demasiado tiempo.

Y aunque el gran degenerado Federico Jiménez Losantos -cuyo más repugnante credencial que exhibe obscenamente es precisamente un presunto pasado pseudo izquierdista (estaba de moda y el menda era muy moderno; luego con Aznar se fue centrando y hasta llegó a hablar catalán en la intimidad)-, a quien le regalo su Don más pomposo y fatuo -como su cuerda siniestra de miserables palmeros- ya no ulula envuelto en pestilente incienso -que aunque ardía y crepitaba no daba calor- el discurso violento y malvado desde la infecta Radio Sotana -en desvergonzado y socorrido apaño para tapujar la indencencia recién proferida desde sus propios conductos- sus secuelas se dejan notar y así será por mucho tiempo.

En forma de demudados rostros enrojecidos de patanes que nunca aprendieron el alfabeto -pero que fueron gente- y que ahora recuerdan o remedan, y además profieren con pompa que resulta tremebunda, sucias frases -para ellos predispuestas "sabiamente" por ese factor del odio y la violencia- desde turbios abrevaderos -mayormente-. Pobres tipos convertidos ahora por la losantina en matasietes a los que no les respetó nunca ni su perro en su propia casa que saben ahora engolar voces cazalleras e hilvanar -aun de forma burda-, con gesto de desdén y acicalados de espuma, los más turbios alegatos agoreros; poco más que amenazas e insultos.

Y a todas horas, para ellos, por ejemplo, los inmigrantes les roban el pan que ellos mismos robaron.

Y alguna mujer apurada, además de no saber en su concepto -tan clásico y tan español- encajar mejor los golpes, se hace asesina de sus hijos. Y hay que pararlas.

Y se cagan, como no, en Zapatero.

Y dan mucho miedo. Pues de buena mañana avinagran el día.

Esta es la gente encabronada que nos ha dejado este indeseable Losantos; este animal dañino que ha envenenado a la sociedad.

Más eficaz en su carga destructora que cualquier explosivo.

Maldito sea por siempre este bicho.

Ojalá residiera solamente en los efluvios etílicos de tanto gañán mañanero salvapatrias.

La adicción a la losantina es un mal hoy por hoy incurable.

Y si ellos se cagan en Zapatero yo me cago en Losantos y le señalo como verdadero culpable de este estado emponzoñado en que halla esta sociedad diezmada moralmente. Lo cual resulta más grave que la puta crisis de los ricos. De la que, de paso, también le hago responsable a este granuja.

Este pájaro de cuenta.

Negro como una sotana.

miércoles, 2 de diciembre de 2009

En todas partes la miseria humana

Campa a sus anchas.
Acumulando méritos trepando sobre confianzas traicionadas.
Sobre bondades precipitadas que nunca escarmientan.

La mediocridad sucia del mindundi por todas partes tizna. Y gana espacios sin escrúpulo ni medida.
Y se hace fuerte desde cimientos de dudas.
Y se agiganta desde inasumidas humildades que dejan de ser dignas.

En todas partes hay gente que solo sabe vivir jodiendo a los demás.
Encumbrándose sobre su fracaso.
En todas partes hay mediocres irracionales que se hacen los dueños del barrio con turbio bagaje de mentira, acechanza y traición.

La miseria tan humana que gana posiciones y triunfa.

En todas partes.

Pero yo ahora sabré hacerle frente con sus mismas armas.

martes, 1 de diciembre de 2009

No obstante

Las cicatrices que para siempre graban y mellan mi mente -que para el alma (¿Que creéis?) tengo coraza- tras mi desdichado paso por vuestros dominios de terror no me impiden encarar el futuro con pequeña ilusión escéptica. Nada puede haber peor que vuestros lúgubres dominios donde la maldad se hace el ama y la sinrazón gobierna.

SAbedlo: Yo solo miro atrás porque me da la gana. Para maldeciros. No lastrará el mal recuerdo para siempre mis ansias.
Aunque nunca dejará de ser un mal recuerdo recurrente. Ciertamente imborrable. Pues vosotras por desdicha os cruzasteis por mi vida

Y nunca os perdonaré.

Aunque siga hacia adelante y en nuevos lodazales pueda volver a entramparse mi tiempo. Mi tiempo precario.

No olvido (el "moobing" que me hicisteis)

No olvido, no. Ojalá pudiese hacerlo.
Mas tampoco quiero anclarme en un mal recuerdo. En la visión infernal de la crueldad impía sin rebozo.
Aun cuando no sea gracil mi vuelo. Acaso hacia nuevos subsuelos. Pero vuelo al fin de escape de vuestro lodazal plomizo y sin futuro. Vuelo de huida. Aun cuando sin dejar atras incendios clamorosos ni revuelo de pavesas cual buitres moribundos. Ni rescoldos purificadores donde entre olor a incienso crepitara y claudicara tantísimo veneno. Ahi queda sublimado e inyectable en las espaldas aun no apaleadas de nuevos incautos.

Y os recuerdo con odio. Con mucho odio. ¿A que engañarnos? ¿Porque perdonaros? Si irónicamente vosotros no habés perdonado aun "mi traición". La pírrica y apurada traición al mal y la sinrazón.
Vosotras que vivís aun de lo que me afanaistes y que alimentais con ello además tanta estulticia. TAnta soberbia. Tanta tontería.
Miserables.

Me hundisteis en todo los sentidos. Mas siempre había arrestos para una nueva infamia, una nueva pisada, una nueva mueca de desprecio. Nunca tocó fondo mi ruina en vuestro hendiondo subsuelo.
Malditas.

No. Nunca podré olvidaros.

Eso en el fondo es lo que aun ahora os produce dicha. Pues permite perpetuar vuestra crueldad.

Y quedan muchas cuentas que saldar. Aun cuando nunca podréis restituirme el tiempo perdido en vuestro laberinto tenebroso.

No tenéis vergüenza.

Sois mala gente.