martes, 1 de diciembre de 2009

No olvido (el "moobing" que me hicisteis)

No olvido, no. Ojalá pudiese hacerlo.
Mas tampoco quiero anclarme en un mal recuerdo. En la visión infernal de la crueldad impía sin rebozo.
Aun cuando no sea gracil mi vuelo. Acaso hacia nuevos subsuelos. Pero vuelo al fin de escape de vuestro lodazal plomizo y sin futuro. Vuelo de huida. Aun cuando sin dejar atras incendios clamorosos ni revuelo de pavesas cual buitres moribundos. Ni rescoldos purificadores donde entre olor a incienso crepitara y claudicara tantísimo veneno. Ahi queda sublimado e inyectable en las espaldas aun no apaleadas de nuevos incautos.

Y os recuerdo con odio. Con mucho odio. ¿A que engañarnos? ¿Porque perdonaros? Si irónicamente vosotros no habés perdonado aun "mi traición". La pírrica y apurada traición al mal y la sinrazón.
Vosotras que vivís aun de lo que me afanaistes y que alimentais con ello además tanta estulticia. TAnta soberbia. Tanta tontería.
Miserables.

Me hundisteis en todo los sentidos. Mas siempre había arrestos para una nueva infamia, una nueva pisada, una nueva mueca de desprecio. Nunca tocó fondo mi ruina en vuestro hendiondo subsuelo.
Malditas.

No. Nunca podré olvidaros.

Eso en el fondo es lo que aun ahora os produce dicha. Pues permite perpetuar vuestra crueldad.

Y quedan muchas cuentas que saldar. Aun cuando nunca podréis restituirme el tiempo perdido en vuestro laberinto tenebroso.

No tenéis vergüenza.

Sois mala gente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario