Reciclada. Revenida. Recauchutada.
La carne de cañón se dispone a ser de nuevo disparada.
Estrujada, exprimida, cuarteada.
A ser daño desde su dolor sustancial que la conforma.
Antes, no obstante, habrá nutrido en su desdicha sigilosas soberbias.
A veces apartada. Pero incombustible. Macerada. Madurada. Socorrida.
Acaso acicalada. Con la solera, con el sabor, de lo añejo.
Carne de cañón "gran reserva".
Para los más patéticos tapujos.
Los más sangrantes apaños.
Siempre dispuesta
a ser manipulada
a ser usada
entregada.
A la causa
de todos los engaños
Al fin de todas las miserias.
Serena.
Sonriente.
Terriblemente consciente.
Navidades con las JAC y "caganers"
Hace 15 años
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